La detención de un hombre por conducir en estado de ebriedad en la Ruta T-65, que une Paillaco y el sector de Itropulli, este lunes 23 de septiembre alrededor de las 23 horas, ha dado paso a la revelación de una situación presuntamente relacionada y que afectó a un grupo familiar.
Principalmente a través de redes sociales, se ha comentado que el vehículo que conducía el detenido, podría estar relacionado a un intento de “encerrona” ocurrido rato antes en la misma Ruta T-65.
Víctor Ramírez es residente de Paillaco y pastor de una reconocida congregación evangélica.
En conversación con Grupo Diario Sur, señaló que esa noche de domingo se dirigía en vehículo desde el sector de Arcoíris a Paillaco, junto a su esposa y una nieta de tres años.
“Cerca de la garita de Unión Chilena vimos un vehículo en sentido contrario y de repente, se nos tiró de un viaje a chocarnos de frente”, asegura Ramírez, quien reaccionó para evitar el impacto frontal.
El otro vehículo pasó junto a ellos, en tanto el pastor dice que disminuyó la velocidad y estacionó a la orilla de la vía, sin meditarlo, enseguida quiso bajar para ver lo que ocurría.
“Al ver los espejos me doy cuenta que del otro vehículo se abren las puertas del piloto y copiloto, veo a dos personas que se bajan del auto y pensé que estaban borrachos. Mi señora me dijo vámonos y aceleré”, indica.
Allí las cosas se tornaron extrañas. Al momento que el grupo familiar retomó la marcha en dirección a Paillaco, aseguran que los dos individuos del otro móvil, volvieron a subir a su auto y comenzaron a seguirlos.
“Aceleré y venían rápido. Me tiré a la orilla y frené de un viaje, (el otro vehículo) se puso delante de nosotros y abrió el maletero, se abren las dos puertas y se vuelven a bajar las personas”, agrega Ramírez, por lo que su esposa reaccionó gritando de desesperación.
“Le dije a mi esposa que llame a Carabineros. Pongo reversa en mi auto y empiezo a retroceder unos 200 metros. Los tipos se vuelven a subir y vuelven a dar la vuelta en U, yo retrocediendo y ellos de frente”, afirma.
Ramírez da gracias a Dios que en ese trecho recorrido en reversa no apareció ningún vehículo en la ruta, ya que las consecuencias pudieron haber sido graves.
“Nos estaban siguiendo, me enfrentaban con el auto. Ya no podía ser sólo un borracho”, concluye Ramírez sobre la situación.
En ese momento el pastor pensaba sólo en la seguridad de su esposa y nieta, creía que aquellos hombres las podían raptar y golpear. Continuó avanzando en marcha atrás con el objetivo de llegar a un negocio ubicado junto a la ruta en el sector Arcoíris para refugiarse.
Providencialmente, en ese desesperado intento de huida, la familia se encontró con un móvil de Seguridad Ciudadana, que de pura casualidad se encontraba en la zona.
Ramírez cree que al avistar las balizas del vehículo institucional los dos hombres desistieron de seguirlos, pues perdió de vista el auto que los había acosado.
Ya sintiéndose seguros, se bajaron del vehículo para explicar lo sucedido al personal de Seguridad Ciudadana. Es en ese momento que ven pasar un automóvil de similares características al que los seguía.
“Les dije a los de Seguridad Ciudadana: Ellos son, ellos son… porque el auto era del mismo color gris”. Seguridad Ciudadana los siguió y corroboraron que no correspondía, añade Víctor Ramírez.
“En el lugar donde estábamos, un hombre nos dijo que ese auto estaba hace rato dando vueltas en el lugar”, afirmación que, para Ramírez, confirma su testimonio.
“Yo vi a dos personas, no sé si andaban más, no vi rostros, no vi color de ropa, porque era de noche”, aclara. “Me quedó grabado el logo Hyundai, pero no recuerdo ningún número, nada, sólo el color gris”, agrega.
“Llamamos muchas veces a Carabineros desde el negocio, y no contestaban, hasta que de Seguridad se comunicaron con Cenco Valdivia y seguro de ahí llegó mandaron a Carabineros, como 40 minutos después”, asevera.
Finalmente, Carabineros escoltó al grupo familiar hasta el sector de Itropulli y luego Seguridad Ciudadana hizo lo propio hasta su residencia en Paillaco.
Sin embargo, al momento en que se difunde la imagen del vehículo en el que, más tarde, fue detenido su conductor en estado de ebriedad, Víctor Ramírez señala que sería el mismo en el que lo siguieron por la Ruta T-65.
“Yo declaré eso y Carabineros me hizo firmar la denuncia”, afirma Ramírez.
Grupo Diario Sur consultó al respecto a la Subcomisaría de Paillaco, desde donde informaron que no se ingresó denuncia, lo que existe es una declaración.
Aun así, el teniente Waldo Avendaño expresó que los afectados aún están a tiempo de realizar una denuncia por lo sucedido.
El oficial recalca la importancia de realizar denuncias claras y precisas a través de los canales formales, como el 133 o directamente en las unidades de Carabineros.
“Esto yo lo veía por la tele y nunca me imaginé que me podía pasar. No se lo doy a nadie”, asegura el pastor Ramírez quien, en base a esta traumática experiencia solicitó una audiencia con el alcalde de Paillaco para tratar el tema.
"Tengo una audiencia con el alcalde hoy, la gente de Seguridad Ciudadana no tiene con qué defenderse”, señala.
Por último, ante diversos cuestionamientos que ha recibido el testimonio de Ramírez a través de redes sociales, él es firme en declarar que lo vivido fue tan real como terrible.
“Yo no estoy contando algo que le pasó a otros, nos pasó a nosotros. Yo lo viví”, afirma.
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