La psicología detrás de las fragancias
Usar perfume es un hábito profundamente arraigado que se asocia a la elegancia, al estilo personal y al buen gusto. Perfumarse es una tradición antigua que ha evolucionado a lo largo del tiempo y que refleja los cambios en la moda y la cultura, a la vez que dice mucho acerca de nuestra personalidad.
Un poco de historia
Los primeros tiempos, bastante lejanos, los perfumes fueron usados en rituales y celebraciones, para convertirse, más adelante, en un sello personal.
En la Edad de Piedra se quemaban maderas y resinas para agradar a las divinidades; pero fue en el Egipto antiguo cuando comenzaron a usarse no solo en los rituales sino también en la piel, para luego ser perfeccionados en Grecia y Roma con aceites esenciales.
Durante la Edad Media, el uso de fragancias corporales disminuyó en Europa, pero se mantuvo en oriente con la incorporación de nuevas técnicas y nuevos ingredientes y retornaron con fuerza durante el Renacimiento.
En el siglo 19 comenzó la industrialización, y, actualmente, podemos decir que el uso de un perfume destacado es el toque final a una vestimenta elegante y a los outfits diarios.
Sello indiscutido
Elegir un perfume como el 212 Sexy o el 212 Rosé puede ser una experiencia fascinante ya que se trata de adoptar un aroma que se convierta en nuestro sello identificatorio. Sin embargo, antes de decidirnos, debemos tener en cuenta que no todos los perfumes huelen de la misma manera en las personas. (cada uno tiene una química corporal única para interactuar con las fragancias).
Cómo impactan las diferentes fragancias
Las fragancias florales son relajantes; las notas cítricas y frescas tienen efecto revitalizante y las notas amaderadas o especiadas aportan sensación de calidez.
¿Qué son las notas de los perfumes?
Las notas de los perfumes son los diferentes aromas que se perciben en distintas etapas. La interacción entre las notas de salida, de corazón y de fondo, es lo que hace que cada perfume sea único y especial; y cada una de ellas contribuye al aroma final y a la duración del perfume a lo largo del día.
Notas de salida
Son las primeras que se perciben al aplicar el perfume. Son frescas, ligeras y volátiles. Duran entre 10 y 15 minutos.
Notas de corazón
Surgen después de que las notas de salida se disiparon y duran entre 2 y 4 horas.
Notas de fondo
Son las que otorgan profundidad y fijación al perfume y pueden durar todo el día.
Un aroma especial nos transporta
Está comprobado que el sentido del olfato se relaciona con el sistema límbico que es la parte del cerebro responsable de las emociones. Por ello es que decimos que los olores están estrechamente vinculados a la memoria. Un perfume puede evocar recuerdos de momentos, lugares o personas especiales y provocar una conexión emocional profunda.
Estados de ánimo y fragancias
Cuando olemos bien nos sentimos más confiados y atractivos; aumenta nuestro bienestar emocional y se eleva nuestra autoestima ya que sentimos que atraemos a las otras personas y dejamos una buena impresión social.
¿Cuál es el motivo por el cual nos gustan ciertos perfumes?
Nuestras preferencias por ciertos aromas están influenciadas por una combinación de factores biológicos, psicológicos y culturales.
Biología y genética
Feromonas: algunos perfumes contienen feromonas que son sustancias químicas que influyen en la atracción sexual.
Memoria olfativa: el cerebro relaciona algunos olores con experiencias placenteras o personas queridas, haciendo que los perfumes que se asemejan nos resulten atrapantes.
Experiencias personales
Recuerdos: los perfumes tienen la capacidad de evocar momentos placenteros que nos conectan con las huellas que dejaron los buenos recuerdos.
Asociaciones emocionales: las fragancias impactan en nuestro estado de ánimo. Por ejemplo, un aroma cítrico nos puede energizar y un aroma floral nos puede serenar.
Preferencias culturales y sociales
Moda y tendencias: algunos perfumes están influenciados por tendencias de moda y cultura popular.
Influencia social: las recomendaciones y los perfumes que llevan el nombre de las celebridades también pueden llegar a influir en nuestra elección. No olvidemos que algunos perfumes marcan tendencia por un tiempo y que otros perduran y se convierten en verdaderos clásicos (como el Chanel N 5 que usaba Marilyn)
Química Corporal: cada persona tiene una química corporal única que interactúa con las fragancias, logrando su propio aroma personal.
Psicología del color y aroma
Los aromas se asocian con ciertos colores y emociones, influyendo, también, en nuestros gustos.
¿Cómo se llama la obsesión por los perfumes?
Muchas personas coleccionan fragancias, aprenden sobre sus notas y composiciones, y disfrutan de la experiencia sensorial que ello les brinda. Sin embargo, muchas veces el hábito se convierte en obsesión y se lo conoce como olfactofilia.
Olfactofilia
La olfactofilia es una afección en la que una persona siente una gran atracción o fascinación por los olores, especialmente por aquellos relacionados con el cuerpo humano. Las personas con olfactofilia encuentran que ciertos olores les resultan extremadamente agradables o excitantes, desatando emociones intensas y significativas. A menos que cause angustia, o interfiera de manera obsesiva en la vida de una persona, no debe ser motivo de preocupación.
¿Qué comunican los perfumes?
Los perfumes son mucho más que un aroma agradable; tienen el poder de comunicar nuestra identidad y transmitir mensajes y emociones. Denotan aspectos de nuestra personalidad y de cómo nos gusta que nos vean las demás personas: por ejemplo, si solemos usar fragancias amaderadas, quienes nos rodean nos verán maduros y confiados.
Estilo de vida
La elección de ciertas fragancias también refleja nuestro estilo de vida. Por ejemplo, los perfumes frescos y ligeros pueden sugerir amor por la naturaleza y las actividades al aire libre, mientras que fragancias sofisticadas pueden indicar un gusto por el lujo.
Estado de ánimo
También el perfume transmite nuestro estado de ánimo. Con un perfume floral se nos percibe serenos y con un aroma especiado nos hacemos ver audaces y apasionados.
Intenciones
Las intenciones y los deseos también se manifiestan con los perfumes. Las fragancias dulces comunican calidez y cercanía y los aromas intensos manifiestan deseos de destacarse.
Cultura
Algunos perfumes están profundamente arraigados a determinadas costumbres y manifiestan una cultura específica.
Profesionalismo
En los ámbitos profesionales y laborales, un perfume acompaña la vestimenta formal y transmite seriedad.
Un gusto que nos representa
Sintetizando, podemos afirmar que el gusto por los perfumes se relaciona con nuestras emociones, nuestros recuerdos y nuestra personalidad. Ante un aroma determinado, nuestro cerebro recibe señales que nos traen recuerdos y nos transportan a momentos donde alguna vez nos sentimos plenos y felices. Además, oler bien impacta positivamente en nuestra autoestima, (nos sentimos más seguros y confiados) y en nuestras relaciones sociales, porque los demás nos identifican con la fragancia que elegimos para que nos represente.
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