En estos días hemos sentido en nuestros bolsillos, la subida de los precios en los productos esenciales y se ha vuelto a instalar el temor de la inflación, con la subida en las tasas de interés. A ello, se suma los retiros de fondos de pensiones, con una política fiscal expansiva.
Nuestro país, hace décadas había sorteado este fantasma y era elogiado por su manejo macroeconómico, por su regla fiscal, que había dado estabilidad al país. Desde hace dos años, hemos visto como el Congreso aprueba sucesivamente los retiros y el gobierno intenta detenerlos, con ayudas a las familias, pero que ambas medidas afectan, los precios. Para ser justos, debemos preguntarnos ¿Cómo está funcionando nuestro régimen político?,
Hemos tenido, al menos falencias en reformas cruciales, de hace un tiempo como voto voluntario(2012); régimen presidencial de 4 años, sin reelección(2005); y representación excesiva del sistema de partidos(2015), que ha exacerbado la presentación de candidaturas a la carrera presidencial ,acompañadas de largas listas parlamentarias, que con gran probabilidad, carecerá de mayorías absolutas y no tendrá el control de la Cámara de Diputados. A lo anterior, quiénes resulten electos, lo hacen con votos personales, con baja representación lo que incentiva, la búsqueda de popularidad individual, cuándo se acercan elecciones. De esta manera, el resultado es sabido, quiénes terminarán pagando los costos será el Poder Ejecutivo, junto a los partidos que lo apoyan.
Llegó la hora de revisar el fondo del problema, que es el régimen político que tenemos, en el marco de la discusión constitucional. Fernando Savater, recordaba hace algunos días que “en la Edad Media, al sitio dónde se decidían los torneos se le llamaba “el campo de la verdad”, y ese campo es ahora el espacio público de lo político, dónde jugamos, debatimos y luchamos”.
Marta Canto Castro. Presidenta Fundación Foro de Los Ríos.
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