A una semana de ocurridos los hechos en que el conductor de un microbús de la Línea 20 de Valdivia, se enfrentó a un grupo de jóvenes e intentó agredirlos con un bate, el aludido entregó su versión de lo ocurrido a la vez que pidió disculpas por su comportamiento.
Alberto Ramírez Saldivia, conductor de la locomoción de la Línea 20, habló con Biobiochile.cl y explicó que el jueves 12 de octubre se dirigía a la costa y se detuvo en la esquina de Carampangue con Caupolicán, donde un grupo de jóvenes esperaba locomoción, pero sólo cuatro subieron a la máquina.
Ramírez asegura que no se percató que los otros jóvenes no alcanzaron a subir, ya que los primeros estudiantes que accedieron al microbús le obstaculizaron la visión hacia el exterior, asimismo, negó haber reanudado la marcha a causa que las personas pagarían el pasaje con TNE.
El altercado entre el conductor y los estudiantes se dio al momento de llegar a Niebla, donde uno de los jóvenes le reprochó no haber esperado a los demás del grupo, entre ellos su polola.
Según lo referido por Mauro Risco, el estudiante que encaró a Ramírez, al no recibir respuesta del mismo, le habría dicho que “no se haga el huevón”, lo que detonó el enojo del conductor.
Distinta es la versión de Alberto Ramírez, quien señala haber sido insultado con más de un garabato, a lo que “los invito a bajarse de la máquina, o sea, les digo, saben qué muchachos, bájense, en ningún momento les dije un garabato”.
“Yo reaccioné mal, pido disculpas por la reacción que tuve en ese momento. No saben las complicaciones que me ha causado todo esto, ya que se subió todo a redes sociales”, indicó Ramírez, enfatizando que se encuentra arrepentido.
El conductor dice que también tiene hijos en enseñanza media y enseñanza superior, además de reiterar que recibió graves insultos, lo que gatilló que él lanzara una patada y se iniciara un intercambio de golpes.
Enseguida él regresa al microbús para volver con un bate, un palo que Ramírez asegura es un elemento común en los microbuses para revisar la presión del aire en los neumáticos de la máquina, no para ser usada como arma. “Era para espantarlos”, aseguró el conductor sobre su acción.
“Yo no soy agresivo”, se defiende Ramírez, agregando que jamás había tenido un problema de este tipo en 20 años de trabajo en el rubro. “Tiré 20 años a la basura por esta reacción que tuve”, afirmó, tras confirmar que a raíz del hecho fue desvinculado de su empleo.
Grupo DiarioSur tomó contacto con Pablo Pizarro, administrador de la Línea 20, quien confirmó que Alberto Ramírez fue desvinculado de la empresa, lo que fue informado a la Seremi de Transportes.
“Este bus tiene cámaras, se investigó y claro, no había cómo justificar lo que hizo el conductor”, señaló.
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