En su mayoría extranjeros, varones y con jornadas que sobrepasan las 40 horas semanales. Estos son algunos de los resultados dados a conocer por un estudio desarrollado por la Universidad San Sebastián (USS) que midió el impacto de la economía gig en el mercado laboral de la capital regional de Los Ríos.
Economía gig se refiere a aquellos trabajos bajo demanda y mediados a través de plataformas digitales, que, a nivel local, se concentran en dos grandes grupos: conductores de aplicación y repartidores; en aplicaciones como Uber, Rappi, DiDi, PedidosYa, entre otras.
Cabe destacar que según datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), en Chile existen aproximadamente 70 mil personas que trabajan actualmente en algunas de estas actividades.
Dicho estudio, que se enmarca en el proyecto Fondecyt, “Trabajadores de la economía gig en Valdivia: resultado de dos encuestas”, estuvo a cargo del académico e investigador de la Facultad de Economía y Gobierno e integrante del Centro de Economía para el Desarrollo Sostenible (CEDES), Luis Valenzuela.
El docente explicó que la importancia de este estudio radica que la economía gig “es un mundo nuevo, que vemos ha llegado a todos lados, interactuamos día a día con este tipo de actividades y es clave entender quiénes son sus trabajadores y cómo están en sus trabajos”.
El académico también precisó que se buscó medir el impacto que tuvieron las leyes creadas en torno a estas actividades, como la de Plataformas Digitales que regula el contrato entre los trabajadores y las plataformas; y la Ley Uber, que regula específicamente las actividades de conductores.
Rodrigo de la Rosa, director regional del INE en Los Ríos, precisó que los trabajos de la economía gig son importantes de analizar pues es necesario observar cómo éstos impactan dentro de la informalidad, que en Los Ríos es cercana al 30%.
"Se están regulando de a poco con leyes, aún creo que impactan en general en las personas y en el futuro de Chile, en relación a las pensiones futuras, porque en la informalidad estos trabajadores no están siendo cubiertos con la previsión que corresponde, y eso va a tener un impacto en el largo plazo para todo el Estado”, aseveró De la Rosa sobre la inclusión de estos trabajos en el mercado laboral.
Entre algunos de los resultados del estudio, el investigador de la USS destacó que se una marcada tendencia, donde el 90% de quienes se dedican a la economía gig son hombres, lo que difiere respecto de la composición del mercado laboral (formal) de Valdivia, donde la mitad son hombres y la otra mitad son mujeres.
Otro aspecto precisado por Valenzuela es que “tenemos además un rango etario más juvenil, sobre todo en el sector de los repartidores. Tenemos también una presencia alta de extranjeros, sobre todo venezolanos, comparado con el mercado laboral en Valdivia".
El estudio también permitió estimar las jornadas laborales de repartidores de aplicación y quienes realizan traslado de personas.
"Se observa además que mucha gente trabaja más de 40 horas semanales, sobre todo repartidores; mientras que en el caso de conductores hay mucha gente que trabaja menos de 10 hora semanales o sea que es una actividad muy esporádica", detalló.
"También se observa en un porcentaje importante, sobre todo de repartidores, que declaran que esta es su principal fuente de ingresos, no así para los conductores, que indican suelen tener un segundo empleo”, concluyó el académico.
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